En conversación con Bratz Lady Barber

Ser barbero es una de las profesiones más antiguas, pero a pesar de su larga historia y tradición secular, es un área que se ha ido renovando. La barbería moderna, gracias a las nuevas tecnologías y técnicas, ofrece un servicio cada vez más personalizado y distintivo a sus clientes, lo que la hace tan especial.

Frecuentemente, las barberías son establecimientos abiertamente masculinos y los empleados suelen ser hombres. Sin embargo, este es un concepto que ha sido deconstruido por miles de mujeres en todo el mundo que están ganando cada vez más espacio en este mercado. Esta carrera, durante mucho tiempo dominada por hombres, ahora adquiere una nueva dimensión gracias a algunas mujeres que se han especializado en este campo, como es el caso de Andreia Gouveia, más conocida como Bratz Lady Barber.

Desde su infancia hasta el presente, Andreia nos cuenta un poco sobre su trayectoria en el ámbito de la barbería moderna, los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su carrera, cómo es su día a día y cómo BUK la ayuda en este proceso.


¿Cuándo supiste que querías ser barbera profesional?

Fui militar de la Marina Portuguesa durante 5 años y sentí la necesidad de cambiar mi rumbo en busca de mayor satisfacción personal/profesional. Mi madre se convirtió en peluquera profesional después de quedarse embarazada de mí, así que desde temprano estuve en contacto con ese mundo. La vertiente femenina nunca me interesó, pero la masculina siempre me pareció divertida, tenía curiosidad y le pedía que me enseñara a hacer cortes masculinos. Sin embargo, nunca fue más que un pasatiempo para mí. Con la aparición de las barberías modernas, comencé a ver la profesión de barbero con otros ojos, me interesó y decidí arriesgarme a tomar la formación de Barbero y fue entonces cuando hice clic. Me enamoré inmediatamente de la profesión y encontré mi pasión. Hay pocas profesiones tan independientes y libres.

Me enamoré inmediatamente de la profesión y encontré mi pasión. Hay pocas profesiones tan independientes y libres.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste al entrar en esta carrera?

En mi punto de vista, el arte de la barbería está más moderno en los últimos años, el día a día está lleno de desafíos y emociones. El mayor desafío quizás haya sido conmigo misma, ganar más confianza en mí y en mi talento; cuando logramos esa confianza todo fluye mejor. El mejor desafío de ser barbera es ayudar a los hombres a ver lo mejor de sí mismos. Tenemos la capacidad de cambiar completamente cómo alguien se siente y darle confianza.

¿Cómo es ser mujer en un mercado abiertamente masculino? ¿Sientes que cada vez más mujeres están ganando representación en este ámbito?

La desigualdad entre hombres y mujeres en un mercado laboral como este es un tema que parece antiguo y desactualizado, pero es real y más cercano de lo que imaginamos. Es un mercado donde los hombres indudablemente tienen más oportunidades y credibilidad solo por su género. Las mujeres tienen que esforzarse el doble para obtener reconocimiento. Hay muchas mujeres en este campo, pero las mujeres en el mercado de la barbería carecen de visibilidad.

¿De dónde viene tu nombre artístico Bratz Lady Barber?

El apodo "Bratz" me ha acompañado aproximadamente durante 15 años, surgió porque había una marca de muñecas Bratz que, según terceros, se parecía a mi apariencia; desde entonces, se ha convertido en un hábito que me llamen por ese apodo, que más tarde adopté. La parte de Lady Barber surge con la intención de enfatizar el hecho de que soy una mujer barbero.

¿Alguna vez has sido objeto de algún tipo de prejuicio por parte de otros profesionales o incluso clientes?

Al principio, cuando terminé el curso y buscaba mi primera oportunidad de prácticas/trabajo, sentí cierto prejuicio por parte de otros profesionales. Después de conseguir la primera oportunidad y empezar a trabajar en el área, dejé que mi trabajo hablara por mí. Y hoy en día no siento ningún tipo de prejuicio, al contrario, siento mucho reconocimiento y apoyo; otros profesionales me buscan para compartir conocimientos y me piden formación. En cuanto al prejuicio de los clientes, lo he sentido, es más sutil, pero siempre hay casos de clientes que no están acostumbrados a ver mujeres barberos y al principio están aprensivos.

¿Sientes que existe alguna tendencia en el universo masculino en cuanto al corte de cabello?

La tendencia es usar mucho los pompadours, skin fades, short fringes, cabello lleno de textura más messy. Sin embargo, las tendencias están siempre cambiando. Nosotros, los barberos, debemos estar siempre atentos a las nuevas tendencias y técnicas.

¿Cómo es tu rutina en un día normal de trabajo y cómo te ayuda BUK?

Mi rutina es llegar a la barbería, dejar todo listo para recibir a los clientes, mantener el espacio limpio, desinfectado, preparar la música ambiental, poner las toallas de barba en el horno, abrir la aplicación BUK y verificar la agenda. Usar la aplicación BUK me ahorra tiempo, ya que el cliente puede hacer su reserva en cualquier momento. A cada cliente que llega me gusta brindar un servicio personalizado, analizando y asesorando adecuadamente a cada uno según mi noción de visagismo.

¿Sientes que el hecho de digitalizar el proceso de reservas te ha ayudado a tener más tiempo libre para otras cosas? ¿Cuál es la opinión de tus clientes al respecto?

El uso de la aplicación me ahorra tiempo; a veces los días son muy ocupados y no puedo responder de inmediato, o estoy ocupada y evito tener que detener lo que estoy haciendo para manejar las reservas. De una manera muy accesible y fácil, el cliente puede hacer su reserva.

La opinión de los clientes sobre la aplicación BUK ha sido muy positiva; elogian el profesionalismo, la facilidad para hacer reservas y los recordatorios recibidos. Noté que quedaron muy satisfechos con la iniciativa de usar una aplicación para reservas en línea.

El uso de la aplicación me ahorra tiempo; a veces los días son muy ocupados y no puedo responder de inmediato, o estoy ocupada y evito tener que detener lo que estoy haciendo para manejar las reservas.

Por último, ¿qué mensaje te gustaría dejar a las profesionales portuguesas que ahora están empezando en este campo?

Mi consejo es amar mucho lo que se hace, formarse, perfeccionar la técnica para destacarse en el campo y creer en sí mismas, ya que es un mercado con cierta discriminación donde nos subestiman sin haber demostrado nada, y a veces puede romper el entusiasmo o incluso hacer desistir. El género no define la eficiencia y hay mucho espacio para las mujeres en el mundo de las barberías. Las mujeres deben posicionarse y demostrar que son tan buenas como los hombres.


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